sábado, 27 de agosto de 2011

Midnight in Paris


Es el reverendo colmo que una persona que tiene un blog de cine no tenga tiempo para ver películas. Lo sé, me avergüenzo de ello y culpo al semestre más pesado hasta ahora. En fin, esta semana, después de estar a punto de enloquecer por el síndrome de abstinencia de la gran pantalla, por fin, pude ir a cine, lo cual me hace inmensamente feliz. En fin, al grano.

Año: 2011
Director: Woody Allen
País: EE.UU
Con: Owen Wilson, Rachel McAdams, Marion Cotillard, Adrien Brody.
Cosas que la resumen: Paris, viaje en el tiempo, personajes de los años veinte.
Yo quería verla desde que le estrenaron pero realmente no estaba tan urgida de hacerlo, por un lado y por el otro, bueno lo dicho, no había sacado tiempo. El caso es que mi mejor amigo me la recomendó y me dije "oh mierda, me la van a quitar de cartelera" y fui a verla.
Debo admitir que me gustó mucho. Es una película rara en el sentido de que uno no sabe decir precisamente cual es el tema. Podría hablarse de un conflicto personal, de uno amoroso e incluso del proceso creativo de un escritor, pero no es solo eso, también está la fantasia y una especie de ucronía. No es una película típica de hollywood, tiene cosa europeas, empezando por el hermoso paisaje de Paris de día, de noche y bajo la lluvia. Perfecto para asentuarle a uno las ganas de salir de la sala de cine a empacar una maleta y comprar un tiquete directo a la ciudad luz. O por lo menos fue mi caso.
Owen Wilson es gracioso, buen papel, pero sobretodo destacan los personajes de Hemingway, Dalí y por supuesto la Muy Hermosa Marion Cotillard (el que diga que no va con mayúsculas miente). Luis Buñuel si estuvo flojo, pero en fin. El viaje en el tiempo es entretenido, la ambientación de época está tremendamente bien hecha y logra atrapar con el peculiar recurso de Woody Allen de mostrar al personaje hablando con alguien que no sale en el cuadro... eso y empezar la película con una secuencia de cinco minutos enteros de imágenes de Paris, es algo que solo pueden hacer unos pocos.

lunes, 1 de agosto de 2011

Bright Star



Cosas que la resumen: poesía, enfermarse de amor, romance inglés.

Me enfermé de amor. Eso fue lo que pensé cuando pasó esta escena en la pantalla. Justo en el plano general de ella en la cama y el viento entrando… Me enfermé de amor y de mariposas, sufrí, lo extrañé, lo recuperé y lo perdí. Ush, me enamoré de este plano, de la música, me enamoré de ella, de él, de la historia. Lloré. Y aunque soy mujer y me gustan las películas rosas, no es muy común que llore con ellas.

Esta no es un película que sea bonita porque sea cursi. Es bonita de muchas formas, especialmente el cuidado de los detalles, los planos sutiles, el vestuario, la fotografía. Por sí mismos esa clase de elementos no hacen una película, se tienen que mezclar con una buena historia narrada de forma inteligente para que funcione. Y en este caso funciona.

Saben por qué me gustó tanto esta escena? Porque es sencilla y poética y ese plano de la ventana es una representación visual muy bonita de ese tipo de momentos “estoy tan ridículamente feliz que puede caerse el cielo y yo no me daría cuenta”.

En resumen, la recomiendo. Si saben que la directora, Jane Campion, es la única mujer que se ha ganado la palma de oro en Cannes? LA ÚNICA!