miércoles, 28 de diciembre de 2011

An education

Año: 2009
País: Inglaterra
Director: Lone Scherfig
Con: Carey Mulligan, Peter Sarsgaard, Alfred Molina.

Recien salió esta película escuché muy buenos comentarios sobre ella. Había querido verla, creo que con el tiempo simplemente se me olvidó. Ayer canaleando (tengo la buena fortuna de toparme con buenas películas en TV en su comienzo), me topé con esta joya. Admito que no se me ocurre mucho que decir, simplemente que me gustó mucho la historia, los personajes, sus dificultades, la ambientación de los sesenta... 
La película cuenta la historia de Jenny Mallor, una chica inglesa de 16 años, criada bajo una estricta educación (su padre es interpretado por Alfred Molina) con un brillante futuro por delante: ir a Oxford para estudiar literatura inglesa, pero (generalmente hay un pero, si no lo hay la película es indie) conoce a un hombre mayor, David que le enseña una vida divertida y glamorosa que no se encuentra en los libros. ¿Qué hará entonces Jenny? Es una buena encrucijada... sobretodo teniendo en cuenta que la niña es una especie de lumbrera y todo el mundo le dice que es inconcebible que se desperdicie si no va a la universidad, pero Jenny es joven (e ingenua) y quiere ver el mundo. El espectador moralista que quiera ponerse del lado: "No! pero ella tiene que ir a Oxford aunque eso la haga infeliz" se quedará con un puñado de fuertes palabras por parte de la protagonista. Y aquél espectador ingenuo: "bueno que se divierta, que carajos, la vida es corta", tal vez se quede con otra respuesta: "No existen atajos para la vida que quiero". Eso me acordó un poco de mí misma, sobretodo por mi delicado acento inglés y mi forma de tocar el cello. Bueno, no. Pero si logra ponerte en su lugar, plantearte el interrogante.
Me gustan mucho las películas inglesas, no tengo una argumentación elaborada sobre eso, simplemente me gusta la forma de narrar que tienen, la concentración en las imágenes más que en los diálogos. Este me pareció un buen ejemplo de una película inglesa bien ejecutada. Encima de todo tiene una secuencia en Paris... como para tener ganas de viajar por ahí... God, I'm such a dreamer.


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